Un día, una famosa periodista radiofónica recibe la noticia de una muerte tremenda: una joven acaba de fallecer después de caerse desde una quinta planta. El apartamento donde ocurre todo es propiedad de un impecable putero. La chica es lo innombrable.. Este es el comienzo de La muerte ajena (Alfaguara), el último libro de Claudia Piñeiro (Burzaco, Argentina, 1960), un thriller que -como siempre pasa con la ganadora del Premio Dashiell Hammett de Novela Negra-, es mucho más que una mera narración que mezcla con acierto intriga y suspense.. Las tramas del poder y del deseo. Los hacedores de la ultraderecha y las trabajadoras del sexo. Los secretos familiares. Lo que dicen las noticias y lo que callan. Y -aquí, ante ustedes- la Piñeiro sin morderse la lengua.. Alfaguara. 384 páginas. 21,90 € Ebook: 9,99 €. Puedes comprarlo aquí.. Pregunta. En tus novelas siempre aparece la asimetría entre la mujer y el poder. ¿Eres optimista o pesimista con el mundo que viene?. Respuesta. El mundo siempre pega la vuelta. Pero este ciclo, que no empezó hace tanto, da la sensación de que ha venido para quedarse un tiempo… Hay una frase de Simone de Beauvoir que dice que nunca faltará una crisis económica, religiosa o política que ponga en peligro los derechos de las mujeres. Eso es lo que está pasando ahora.. P. ¿Siempre ganan los malos?. R. Si esto fuese el fin del mundo, sabríamos quién ganó. Pero yo trato de ser optimista y pienso que, en un corto plazo, mucha gente despertará y se dará cuenta de algunas barbaridades. Un ejemplo de mi país: el Gobierno está recortando por todas partes. También con los médicos. Y muchos médicos se quejan. Ahora hay una protesta de padres con niños autistas. ¿Sabes lo que le dijo el encargado del Gobierno a una madre portavoz? «Yo no tengo por qué hacerme cargo porque tengas un niño autista. Ese es tu problema». P. ¿Eres partidaria de prohibir la prostitución o de legalizarla?. R. La novela plantea las dos posibilidades. Nos piden que tengamos posición sobre todo y a veces no la tenemos… Por responsabilidad, te voy a responder: mientras tenga dudas, yo voy a defender el trabajo de la mujer que ejerce la prostitución y pedir que se regulen sus derechos. Si hay trata de mujeres, sí pediría actuar, claro, porque eso es un crimen. Pero cuando se habla de la libertad de elección y se dice que ninguna mujer elegiría eso… ¿Qué libertad de elección tiene alguien que baja a diario a una mina o una mujer que tiene que limpiar los baños en una estación de trenes? ¿Por qué solo se cuestiona la libertad de elección en un trabajo -que a un sector no le gusta- porque se usa el cuerpo de una manera sexual?. P. Dice Pablo Ferrer, su personaje: «De un tiempo a esta parte, parece que ciertas historias solo pueden contarlas las mujeres. Otras, solo las personas trans. Otras, solo las personas excedidas de peso. Otras, solo quienes pertenecen a alguna etnia en particular. Eso es desconocer lo que fue, es y será la literatura». ¿Qué le contesta la autora a su personaje?. R. Eso existe y es un exceso. Me ha pasado a mí cuando quieren adaptar una de mis novelas y me dicen: «Tiene que hacer el guion una mujer»… No creo en esto. Hay hombres que tienen sensibilidad femenina para ser guionistas de una novela mía. Si no fuese así, yo tampoco podría escribir en la piel de ningún varón, porque varón no soy.. «Debemos revisar cierto feminismo. Las mujeres seguimos con menos derechos, pero debemos ser astutas al transmitirlo para no parecer unas quejosas». P. Pepe Mujica: «Es bastante inútil el feminismo. Porque creo que el machismo es un hecho y la agenda de la equiparación es inobjetable, pero la estridencia termina jodiendo la propia causa de la mujer porque crea un antípoda quejosa».. R. Cuando una analiza lo que opinan determinadas personas que admiras (y yo a Mujica lo admiro), tienes que pensar en el contexto cronológico. Mujica murió a los ochenta y muchos, pertenece a una generación en la que el estatus del varón y de la mujer son muy distintos… Ahora bien, yo entiendo lo que quiere decir: hay algo que debemos revisar de cierto tipo de feminismo. Las mujeres seguimos teniendo falta de derechos con respeto a los hombres. Pero tenemos que ser astutas y pragmáticas en cómo transmitir esto. Porque, si no, toda la sociedad nos devuelve esto de la imagen quejosa que dice Mujica.. P. Escribes sobre el periodismo en esta novela. Da la sensación de que lo conoces muy bien. ¿Qué momento ves que atraviesa?. R. El periodismo pasa por un momento muy crítico, al menos en Argentina. Hay amigos periodistas que no llegan a fin de mes. Lo peor es el ataque sistemático de mi Gobierno. Tenemos un presidente que todos los días escribe un tuit en el que dice que no se odia lo suficiente a los periodistas.. P. Has escrito sobre el arte de suavizar a fascistas. Se me viene a la cabeza Netanyahu. No sé qué opinas tú…. R. No creo que acá, en España, lo suavicen demasiado, ¿no? Me parece que lo atacan bastante…. P. Si te refieres a que la población española es más propalestina que proisraelí, la respuesta es sí.. R. En Buenos Aires no es tan así, porque nosotros hemos vivido dos atentados contra la Embajada de Israel y la Mutual judía AMIA. Con lo que nosotros tenemos mucho cuidado con lo que decimos. Independientemente de eso, no conozco a nadie que esté a favor de Netanyahu en Argentina. Pero, en el afán de no herir susceptibilidades de la comunidad judía, puede ser que, a veces, haya una cierta suavización de la política de ese hombre…. Claudia Piñeiro en su reciente visita a España.Antonio Heredia. P. En 2021, firmaste una carta alertando contra la negación de crímenes contra la humanidad [rechazando la comparación de lo que sucedía entonces en Gaza con Auschwitz]. Pregunta: ¿lo que está pasando ahora en Gaza es un crimen contra la humanidad?. R. Creo que hay crímenes contra la humanidad allí. Creo que lo que sucedió el 7 de octubre fue una barbaridad y que no hay que olvidarse de aquello. Pero ya pasó bastante tiempo y lo que vemos… Creo que hay que distinguir entre quién comete el crimen, Netanyahu, y su pueblo.. P. La Iglesia está muy presente en algunos de tus libros, en Catedrales, por ejemplo. ¿Qué opinión te merecía el papa Francisco?. R. Me estás haciendo preguntas muy jodidas, te aviso… Yo vengo de una familia católica, aunque soy atea. Valoro que el último Papa se haya ocupado de los desposeídos. Pero tampoco me olvido de que hizo todo lo posible para que no saliera la ley del aborto de Argentina, o de que estaba en contra de los matrimonios homosexuales cuando era cura… El otro día nos reíamos unos amigos: ¡no podíamos creer que la persona más progresista del mundo sea ahora un Papa!. P. De todas las incertidumbres, ¿cuál es la que más te preocupa?. R. La de la Inteligencia Artificial. Es la que va a traer más consecuencias. Hay un montón de gente que va a quedar fuera del sistema por la IA. Los traductores están muy preocupados, los ilustradores… Los escritores estamos menos preocupados porque creemos que somos únicos. Pero tengo mis dudas también.. «La Inteligencia Artificial no llegará a determinadas excelencias de la literatura, pero sí a novelas medias con una trama razonable y que se vendan bien». P. Decía Bill Gates que, en diez años, el 90% de los empleos que hoy hace el hombre los podrá hacer la IA. ¿Te imaginas una novela escrita con IA ganando el aplauso de público y crítica?. R. Creo que lo veremos… Pero Éric Sadin dice que, cuando la Inteligencia Artificial escribe un texto, la palabra que elige la máquina es la más probable. Y los escritores no toman la más probable. Borges elegía los adjetivos de una manera milimétrica. Es improbable que la IA elija del mismo modo. Por eso creo que la IA no llegará a determinadas excelencias de la literatura, pero sí a novelas medias con una trama razonable y que se vendan bien.. P. ¿Se enteró de la polémica en España con el libro El odio, de Luisgé Martín, sobre José Bretón?. R. El libro no lo leí. Pero lo primero que tengo que decir es que Luisgé Martín es amigo mío. Siento con muchísima pena por lo que le pasó: haber trabajado tanto tiempo en un libro y que no vea la luz es un dolor grande. Una cosa que sí que me sorprendió: no sé si salieron muchos escritores a posicionarse contra la supuesta censura. En Argentina, hubiésemos salido un montón.
La Lectura // elmundo
La dama del ‘noir’ argentino publica ‘La muerte ajena’, un incisivo thriller sobre el fallecimiento de una prostituta que cuestiona nuestra moral social y las relaciones de poder en nuestra sociedad. «Se habla de decidir, pero ¿qué libertad de elección laboral tienen un minero o una limpiadora?» Leer
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