«La guerra civil en esencia había terminado», cuenta Theodor Kallifatides (Molaoi, Grecia, 1938) en las memorias Lo pasado no es un sueño sobre el inicio, cuando él tenía once años, del periodo de reconstrucción nacional tras los estragos de dos guerras -una de invasión y, la otra, fratricida-, pero con un claro ánimo revanchista: «No había trazas de una actitud proclive para la reconciliación. Los vencidos no podían tener ninguna duda respecto a lo que les esperaba: la desaparición absoluta«.
Este mismo periodo, a través de la mirada de otro niño, Minos, es el que cubre el último título de la trilogía ambientada en Yalós, al sur del Peloponeso, que sigue a Campesinos y señores, sobre la ocupación nazi, y El arado y la espada, sobre la liberación por parte del ejército británico y el estallido de la guerra civil. Lo que sigue es la pobreza y la represión contra los compatriotas vencidos de ideología distinta.
Traducción de Carmen Montes y Eva Gamundi. Galaxia Gutenebrg. 224 páginas. 19 € Ebook: 11,99 €Puedes comprarlo aquí.
Tal es el caso de la familia de Minos, del bando de los perdedores, cuyo padre, maestro liberado de un campo, encontrará las puertas cerradas de los centros públicos, y sus hermanos, partisanos antifascistas, correrán una suerte diferente, como Yorgos bajo la amenaza del pelotón de fusilamiento. Yalós, arrasado por las llamas, ya no será un lugar en el que construir una nueva vida, así que la familia emigrará a Atenas («la ciudad prometida de las colas»), en condiciones míseras y un entorno en el que se respira una fe religiosa y patriotismo tóxicos.
Recordemos que El arado y la espadaconcluía con la muerte del primer amor de Minos, Rebeca, una chica judía que ha perdido a toda su familia y cuya enfermedad mortal «parecía como si fuera una prolongación de su dolor».
Así, el fin de la(s) guerra(s) supone la paz, pero la paz tiene un sabor peculiar para cada cual. Al último disparo no sigue el alivio para todos. Este es el tema central del presente título, con el que Kallifatides cerró un ciclo en el que abarcó el periodo más trágico del siglo XX griego: «Los tiempos de matanza ya habían tocado a su fin, ahora eran tiempos de cambio. Ahora llenaría las cárceles de comunistas, no iban a ejecutar a tantos, aun así, ejecutaron a algunos, pero primero debían convertir a ‘los rojos’ para que se hicieran cristianos y griegos de verdad, había que enseñarles a amar la patria y al rey. (…) A algunas unidades partisanas que no consiguieron cruzar la frontera las persiguieron de montaña en montaña como si de liebres se tratara. Unas cuantas cruzaron hasta Yugoslavia, donde Tito las desarmó. Los estaba esperando un largo exilio, para el pueblo griego había comenzado una paz cruel«.
Con todo, la vida se abre paso ante la mirada ya adolescente de Minos, empañada de dolor acumulado e incomprendido por la edad, y de arrebato por descubrir, sobre todo cuando se da cuenta de que «sabe utilizar las palabras». Cuando cuenta algo «no se cortaba a la hora de mentir, tenía clarísimo que la verdad es tan tediosa como una resaca». A un pájaro, se dice, le es muy difícil no volar.
El retrato que hace aquí Kallifatides es, pues, de todo un país y de una gente en particular, esbozados con ternura y humanidad. Son los pequeños detalles del día a día, de la lucha cotidiana por sobrevivir entre las ruinas, lo que eleva el relato más allá de las vicisitudes de los personajes.
Porque no es un mero narrar o describir las cosas que les pasan y sienten -con especial compasión hacia la derrota moral que siente el padre o la resiliencia de la madre por sacar la familia adelante-, sino que Kallifatides funde un costumbrismo ágil con reflexiones perfectamente ensambladas sobre aquel pasado y la traición de los ideales a cambio de un mendrugo en un nuevo tiempo, el de la posguerra, en el que «la gente iba a poder morirse sin que la mataran. Había vuelto la muerte humana de toda la vida».
Con todo, incluso allí se sigue librando otra contienda: «durante el tiempo de paz los hijos iban a luchar contra la decepción de los padres«.
La Lectura // elmundo
El escritor afincado en Suecia cierra su repaso a los peores años del siglo XX griego con ‘Una paz cruel’, en la que describe con ternura y humanidad la lucha cotidiana por sobrevivir en un país destrozado Leer
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