Encajada entre un prólogo de un tal Alberto Márquez-Rancés (sobrino-nieto del autor ficticio de la novela que leeremos, que dice haberla encontrado entre los papeles que su tío dejó al morir) y unos apéndices en los que otro tal Vicente Ruiz de Lara matiza o más bien desmiente ese preliminar, está La gente, una narración corta en la que un discreto e inédito en vida Miguel Rancés Olivares habría ofrecido un tragicómico mosaico del paisanaje de su pueblo, una Rota reconocible en la que va, como suele decirse, «cada loco con su tema», ya sea el ocultismo, los traumas de la Guerra Civil, las relativas ganas de morir, la frescura de las gambas que sirven en el bar Central o los boletines del Ateneo.. Fundación José Manuel Lara. 160 páginas. 15 € Ebook: 7,99. Y esos tres bloques forman La gente, una novela donde el corazón barroco de Felipe Benítez Reyes (Rota, Cádiz, 1960) vuelve a desplegarse y disfrutar con el estudio casi taxonómico de esos especímenes que habitan el pueblo, con sus afanes, manías o violencias.. De hecho, la narración está articulada mediante pequeñas secuencias en las que se da cuenta de la personalidad de cada uno de ellos, aunque por supuesto llega un momento, pronto, en la que reaparecen y actúan o van saltando entre las páginas de los demás, formando ese vaivén divertido o desesperante que es todo pueblo, sobre todo cuando está tan bien recreado como éste.. La acción (o, mucho mejor, las acciones) comprende varias décadas y va también dando saltos hacia adelante o hacia atrás, pero a la vez la sensación es de simultaneidad, de inmutabilidad, de eternidad. «Pueblo pequeño: infierno grande», y novela redonda
La Lectura // elmundo
En su nueva novela el escritor gaditano ofrece un retrato literario que convierte lo cotidiano en extraordinario y refleja la esencia de un pueblo Leer
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