En 1999, la escritora Joan Didion (Sacramento, 1934-Nueva York, 2021) comenzó a acudir a terapia a sugerencia de su hija, Quintana, que ya acudía a terapia debido a su alcoholismo, o mejor dicho, debido a la ansiedad que ella se curaba con alcohol. Didion fue porque quería ayudar a su hija, que sospechaba que su madre podía estar deprimida. Los psiquiatras de ambas colaboraron, a una sesión acudió incluso John Gregory Dunne, marido de Didion y padre de Quintana, que rechazó acudir a terapia aduciendo que era católico, y en su caso, tenía la confesión.. Didion empezó la terapia con el doctor MacKinnon en noviembre de 1999 y unas pocas semanas después, empezó a tomar notas sobre esas sesiones, sobre lo que hablaba allí con su terapeuta, que iban dirigidas a un tú, su marido. Los informes, que cubren desde diciembre de 1999 hasta enero de 2002 -2003 si contamos el reporte de la sesión de Didion y Quintana con el psiquiatra de esta última-, estaban agrupados en 150 páginas que los herederos de Didion encontraron junto a otras notas (listas de invitados, el discurso que dio en la boda de su hija, etc.).. Esos folios son Notes to John, Apuntes para John, en su inminente publicación en español. En el libro se informa: «Las 150 páginas parecen haberse conservado solo en este ejemplar, que ahora se encuentra en el archivo Didion/Dunne, depositado en la Biblioteca Pública de Nueva York por los herederos de Didion, los hijos de su difunto hermano. No se impusieron restricciones al acceso».. Traducción de Gabriela Ellena Castellotti. Random House. 256 páginas. 21,90 € Ebook: 9,99 €. Puedes comprarlo aquí.. Breve apunte recordatorio: Joan Didion era periodista, autora de reportajes y ensayos, también escribió novelas y trabajó en Hollywood como guionista en colaboración con su marido. En 2003 éste murió de un infarto fulminante; Quintana estaba en el hospital, gravemente enferma y terminaría muriendo unos ocho meses después. Sobre la muerte del marido escribió en El año del pensamiento mágico (publicado en la extinta Global Rhythm en 2006; ahora está disponible en Random House). Sobre la de su hija lo hizo en Noches azules (RH, 2011), el último libro que escribió. Aunque sus novelas habían sido traducidas, fue El año del pensamiento mágico, un auténtico clásico de los libros de duelo, el que la dio a conocer de manera global al público en español.. Cuando Didion tenía cinco años, su madre le regaló un cuaderno «junto con el sensato consejo de que dejara de quejarme de todo y aprendiera a divertirme apuntando mis pensamientos». En ese hábito que cultivó estaba la semilla de su vocación. En uno de los ensayos recogidos en De donde soy (RH, 2022), Didion afirma que escribe «estrictamente para averiguar qué estoy pensando, qué estoy mirando, qué veo y qué significa»; así se entienden las notas tras las sesiones con el psiquiatra.. «Hay un poco de mito en todo eso, el error frecuente de convertir al escritor en personaje y leer buscando más la confirmación de una imagen». Didion se convirtió en un icono gracias a la foto para la campaña de Céline de 2015 en la que aparecía con unas gafas de sol y su pelo lacio. La foto de la portada de Los que sueñan el sueño dorado, antología de reportajes y ensayos ideada por Claudio López de Lamadrid, también explotaba la imagen de Didion: era una de las fotos de un reportaje de Julian Wasser para Time, poco después de que saliera su libro de ensayos Slouching towards Bethlehem. Didion asoma la cabeza por la ventanilla de un Corvette y sujeta un cigarrillo. Didion organizando fiestas, recomendando a su carpintero -que era Harrison Ford- como actor, Didion comprando un vestido a Linda Kasabian para el juicio de los asesinatos de Cielo Drive, Didion siendo la cronista de la contracultura… Hay un poco de mito en todo eso, el error frecuente de convertir al escritor en personaje y leer sin leer, o leer buscando más la confirmación de una imagen que leyendo las palabras.. En Los vulnerables, Sigrid Nunezapunta la posibilidad de que los hippies le tomaran el pelo con el episodio de la niña puesta de ácido a la señorita con falda, medias, zapatitos y «su bolso a cuestas» que había ido a escribir sobre ellos. Quizá es a lo que la propia Didion se refería cuando decía, a propósito de la lectura de ese reportaje, que «nunca había recibido reacciones tan universalmente desatinadas».. Volviendo a Apuntes para John, estas notas muestran a una mujer tremendamente frágil, vulnerable, un poco zozobrante, capaz de echarse a llorar ante la idea de tener que hablar con alguien. Culposa, insegura, miedosa, siempre un poco preocupada. Ninguna novedad para quien haya leído el magistral ensayo «El álbum blanco», que incluye una valoración psiquiátrica tras acudir al médico a causa de las migrañas que padecía: «Se interpreta que su test de Rorschach describe una personalidad en proceso de deterioro con numerosas señales de hundimiento y una incapacidad en aumento del ego para hacer de intermediario con el mundo real y para soportar el nivel habitual de estrés».. «Parece tener la convicción de que todo esfuerzo humano está condenado al fracaso, un convencimiento que parece hundirla todavía más». Y prosigue: «En términos emocionales, la paciente se ha alienado casi por completo del mundo de los demás seres humanos. […]. Parece tener la convicción de que todo esfuerzo humano está condenado al fracaso, un convencimiento que parece hundirla todavía más en un retraimiento dependiente y pasivo. Desde su punto de vista, vive en un mundo de gente movida por motivaciones mal entendidas, extrañas, conflictivas y engañosas, que los llevan de forma inevitable al conflicto y al fracaso…».. Es bastante descorazonador leer el libro sabiendo cómo acaban las cosas para Quintana, aunque hay momentos divertidos, como cuando explica al terapeuta que vio con la niña La noche de los muertos vivientes y pasó tanto miedo, que le pidió a la niña que no se separara de ella. El psiquiatra le pregunta un poco sorprendido si no pensó que quizá fuera un poco temerario ponerle una película de terror a una niña de 7 años.. Estas notas son un autoexamen en crudo, sin paños calientes: Didion habla de proyectos fallidos, como un libro sobre la relación entre su familia y el mito de California. De los años de penuria económica, la sombra de la inestabilidad y la amenaza de tener que recortar gastos en cualquier momento, y una leve inconsciencia: «Ya habíamos intentado abordar la cuestión el otoño pasado. Quizá el fallo más revelador de nuestro planteamiento fue que habíamos decidido abordarla en París».. «Se avanza en el libro rápido, no queriendo ver, no porque haya algo malo, sino porque la decisión de mostrarlo no ha sido de la autora». También habla de su infancia, de la guerra, de lo que supuso para ella la llegada de su hermano, del hambre, de la depresión de su padre, de su madre… Tal vez estén ahí las razones de su inseguridad. Didion y Dunne adoptaron a Quintana, es otro de los asuntos que aparecen en las sesiones. Didion habla del tipo de madre que fue y el psiquiatra le dice que su hija percibe a sus padres como un bloque. La tentación de dejarse llevar por los atajos cognitivos y unir causas (crianza) con consecuencias (alcoholismo) debe espantarse como a un mosquito en mitad de la noche.. En ese tipo de lectura se basan los reparos morales sobre la publicación de este libro, que como material para una posible biografía o retrato psicológico y de personalidad de Didion resulta indispensable. Al leer estos apuntes, no son pocas las veces en que uno se siente revolviendo en la basura, espiando, accediendo a un material del que se desconoce el uso que quería darle su autora. Es probable que volviera a él para la redacción de Noches azules, por ejemplo. Como un animal carroñero que escarba en el alma de otro, se avanza en el libro rápido, no queriendo ver, no porque haya algo malo, sino porque la decisión de mostrarlo no ha sido de la autora.
La Lectura // elmundo
Salen a la luz las notas que la autora escribió durante tres años tras las sesiones con su psiquiatra. Reunidas en el ensayo ‘Apuntes para John’ muestran a una mujer tremendamente frágil, vulnerable y un poco zozobrante y suponen un valioso testimonio para reconstruir su compleja personalidad Leer
Salen a la luz las notas que la autora escribió durante tres años tras las sesiones con su psiquiatra. Reunidas en el ensayo ‘Apuntes para John’ muestran a una mujer tremendamente frágil, vulnerable y un poco zozobrante y suponen un valioso testimonio para reconstruir su compleja personalidad Leer