Isabel San Sebastián: «Cuando la política mete las manos en la cultura, la prostituye»

¿De dónde viene el sobrenombre de ‘La Temeraria’ para referirse a la reina Urraca?Fue el apodo despectivo que le dieron los cronistas de su tiempo por tener la osadía de ejercer su derecho a reinar y tomar decisiones, en lugar de aceptar el papel de figura decorativa.¿Se la podría calificar de feminista o mujer empoderada?Hablar de feminismo o empoderamiento en el siglo XII es un anacronismo conceptual de los gordos; presentismo incompatible con el rigor histórico. Urraca fue, eso sí, una mujer poderosa y determinada a honrar la alta responsabilidad que le había asignado la historia.¿Existía ya en el siglo XII conciencia nacional?Urraca firmaba «Reina de León, Emperatriz de España». Existía una conciencia clara de lo que había sido el reino visigodo de España y todos los reyes cristianos, desde Alfonso II, demostraron tener el empeño firme de recuperarlo expulsando a los musulmanes, incluso cuando peleaban entre sí.¿Cómo se defendió de las traiciones internas y de los prejuicios de la época?Con valentía, resiliencia, coraje y astucia. Soportando humillaciones sin cuento, buscando aliados coyunturales incluso entre sus enemigos y haciendo gala de gran fortaleza y sentido del deber.¿Eran los almorávides una suerte de yihadistas?Exactamente eso eran. Terrible guerreros africanos imbuidos de un credo implacable, decididos a imponer su visión rigorista del Islam en toda la Península, empezando por Al Ándalus, donde a su juicio las taifas habían relajado en exceso sus costumbres. De ahí que pasaran a cuchillo o enviaran al desierto a todos los reyes musulmanes. ¿Por qué hasta ahora se pensaba que la Reconquista fue sólo cosa de hombres?Porque fueron los hombres quienes combatieron en el campo de batalla, aunque las mujeres desempeñaron un papel fundamental en la repoblación y defensa de los territorios reconquistados. Y también, sobre todo, por la misoginia de los cronistas que nos relataron esos hechos.¿Se siente concernida la novela histórica por la ley de memoria histórica?En mi caso, no, desde luego. La memoria es un territorio exclusivamente personal y la novela, un espacio de libertad creativa. Yo solo me siento concernida por mi propia honestidad intelectual y mi rigor a la hora de documentarme.¿Qué personaje literario le habría gustado ser?El doctor Bernard Rieux, de La Peste (Albert Camus)¿Qué obra de arte de un museo le gustaría llevarse a casa?Ninguna. Creo que están muy bien donde están, al alcance de todo el mundo. ¿Cuál fue la última obra de teatro a la que asistió?Peter Pan, en el teatro Maravillas de Madrid, con mi nieta Beatriz.¿Es de cine o de series?Más de series, aunque no veo mucho la televisión y al cine hace siglos que no voy. Prefiero la lectura. Me aporta más en todos los sentidos.¿A quién nombraría ministro de Cultura? A uno que no tuviera color político, lo cual sería imposible en el escenario actual. Cuando la política mete las manos en la cultura la prostituye. También por eso prefiero los libros al cine.