Quiero romper una lanza por las tabernas de Madrid, ahora que las franquicias lo invaden todo y van desapareciendo los lugares más auténticos y genuinos, los lugares de encuentro. Quiero reivindicar los bares y tabernas de siempre. Por suerte aún quedan algunos templos; unos gozan de buena salud y otros, por desgracia, como el Palentino, han desaparecido sustituidos por locales asépticos dirigidos principalmente al turismo y con estética First dates o hipster, donde ya no te puedes tomar una caña o un vermut como Dios manda. Uno de mis sitios favoritos junto con la Taberna del Limón, Bodegas Ardosa, Taberna de Corps y Bodegas Alfaro, es La Venencia, taberna centenaria que se mantiene prácticamente igual desde sus inicios y donde parece que el tiempo se ha parado. Lo único que sirven son vinos de jerez, manzanilla, oloroso, amontillado y palo cortado, todos ellos espectaculares. Me gusta acompañarlos con huevas de maruca, mojama o canapé de roquefort.. Otro plan sería coger un libro o varios y tumbarme a leer mientras suena de fondo un disco tras otro. Hay gente que con música no se puede concentrar;a mí, por alguna extraña razón, me pasa lo contrario: es como poner banda sonora a lo que estoy leyendo. Puede que sea adicto a la música, siempre que puedo estoy escuchando algo, desde que me levanto hasta que me acuesto. Para mí, es como una especie de refugio. Estos días estoy escuchando Fear yourself, de Daniel Johnston. Lo tenía en CD, pero se acaba de editar en vinilo con motivo del 20º aniversario. Mark Linkous, productor del álbum, y Johnston son dos artistas que admiro profundamente; ninguno de los dos estaba bien de la cabeza y fueron arrastrando sus fantasmas durante toda su existencia, trasformando en belleza el infierno que llevaban dentro. Johnston, además de músico, era artista plástico, ilustrando la portada de la mayoría de sus discos y llegando a ser bastante reconocido dentro del mundo del arte. Existe un documental que cuenta su historia, The devil and Daniel Johnston, que recomiendo ver. Recomiendo igualmente cualquier disco de Sparklerhorse, la banda de Mark Linkous, que en realidad era solo él, aunque luego colaborara con otros muchos artistas.. Un plan perfecto para un sábado por la mañana es coger la bici, desayunar un bikini o unos churros en el ADC (C/ Pez) e ir a visitar la librería de mis amigas de Cervantes y compañía y Bajo el volcán. Luego hacer un recorrido por exposiciones que tengo pendientes. Madrid en ese sentido es una maravilla donde pueden celebrarse simultáneamente algunas imprescindibles como está sucediendo ahora:Esperpento en el Reina Sofía, Weegee en la Fundación Mapfre, Gabriele Münter en el Thyssen y Saul Steinberg, en la Fundación Juan March. Por mi profesión como ilustrador de prensa, Steinberg es un referente, aunque al final siempre te sientas más influido por otras disciplinas como la música, la literatura o el cine. Esto es justamente lo que creo que le pasa a Steinberg. Me identifico bastante con el humor en su obra, así como el constante cambio de registro adaptando su técnica y lenguaje a lo que quiere contar.. No soy un gran lector de cómics, aunque he de reconocer que pasé mi infancia y parte de adolescencia leyéndolos. Quizá por ello he acabado siendo ilustrador, no sé. Desde que soy padre, lo que más leo son libros infantiles. Respecto a cuáles son mis autores favoritos actuales del cómic, a parte de los clásicos, diría que Chris Ware, Jim Woodring, Charles Burns y Daniel Clowes. Si hablamos de España, soy muy fan de Paco Alcázar y de mis amigos David Sánchez, Miguel Ángel Martín y, por supuesto, Santiago Sequeiros. Volviendo a Clowes, estos días acaba de salir un volumen con todas las entregas reunidas la revista Bola ocho, que podría considerarse como la biblia del underground americano, exquisitamente editado por Fulgencio Pimentel, probablemente la mejor editorial que existe ahora mismo en España y en el mundo. Un banquete para cualquier aficionado al cómic y una oportunidad de descubrirlo en su justa dimensión. Yo estoy desando hacerlo pero de momento seguiré con los Tres Cerditos, Caperucita Roja, el Patito Feo y el Pollo Pepe:he de decir que lo estoy disfrutando.
La Lectura // elmundo
El ilustrador de EL MUNDO va más allá de los dibujos y propone visitar los bares de siempre, un disco desde las entrañas, una muestra llena de un humor y la biblia del ‘underground’ Leer
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