Ganadora del Premio Planeta en 2022 y autora de libros tan emblemáticos como Palmeras en la nieve, la escritora Luz Gabás (Monzón, 1968) nos traslada ahora a la California de mediados del siglo XIX, en plena Fiebre del Oro, con Corazón de oro (Planeta), una novela sobre la bondad, la avaricia, y el precio de cumplir nuestros sueños.. ¿Qué libro tiraría a una piscina?. Creo que de todos los libros se puede sacar algo y hay mucho esfuerzo en ellos, así que no los desprecio. Otra cosa es hacer un expurgo de vez en cuando en mi biblioteca para hacer hueco a otros. Reconozco que la autoficción pierde pronto su sitio en la estantería.. ¿Por qué escribe? ¿Qué le impulsa a ello?. En general, me sirve para poner en orden mis ideas y pensamientos y para fijar conceptos en la memoria; me salva del caos interior. En particular, escribir una novela supone compartir el conocimiento sobre mi percepción del mundo con los lectores, contarles una historia y establecer un diálogo invisible con ellos del mismo modo que yo dialogo con las lecturas de otros autores.. Desde el título, ‘Corazón de Oro’ apela a la bondad, ¿sigue existiendo hoy en día en nuestra sociedad?. Claro que sí. Hay muchas personas que ayudan de forma desinteresada a otras o se preocupan por su bienestar. Hay gente realmente admirable, por su trabajo, por su trato, por su implicación con su comunidad. Creo sinceramente que hay mucha gente con buen corazón.. Muchas de sus novelas ocurren en otras épocas. Si pudiera viajar en el tiempo, ¿qué haría, adónde iría?. A alguna mansión rural inglesa o francesa del siglo XIX con una biblioteca enorme. Me gusta la estética, la decoración, los muebles, la indumentaria, los jardines, los carruajes, la arquitectura… Es además un siglo de viajes y transformación social. Conociéndome, pasaría el día leyendo y organizando encuentros culturales y con amigos y me sumaría a alguna causa social en mi comunidad.. ‘Corazón de Oro’ también refleja los peligros de la ambición y la avaricia, ¿son los peores rasgos de la sociedad contemporánea?. La ambición no tiene por qué ser negativa. Todos queremos mejorar en nuestra vida. El afán desmedido e innecesario de acumular sí es rechazable. Para mí los peores rasgos de la sociedad contemporánea serían la avaricia, el resentimiento, la envidia y el individualismo exagerado que conduce a la intolerancia.. ¿Qué hábito ajeno le resulta insoportable?. Criticar con crueldad. Detesto el despelleje.. ¿Es posible odiar a primera vista?. No me suele pasar. Espero al menos a intercambiar unas frases para sacar conclusiones. Y aun así, para emplear el verbo odiar, el otro tendría que ser un malhechor manifiesto.. En caso de que existiera un premio a la peor persona del año, ¿quién sería el Nobel de los idiotas?. No es lo mismo ser malo que idiota. Dejando aparte a asesinos, violadores, maltratadores y déspotas, me costaría nominar a alguien para el primer premio, pero se me ocurren varios candidatos para el segundo.. Un olor de infancia.. El humo de la chimenea un día húmedo y gris y el caldo hirviendo en la cocina.. ¿Qué canción no puede dejar de escuchar?. Escucho menos música ahora que cuando era joven. No puedo concentrarme con música. Si me mantengo algo al día es por mis hijos. Quizás la que más veces habré escuchado en mi vida ha sido Siempre igual, de Los Suaves.. ¿Qué sonaba en el coche de sus padres?. Hablábamos y, a veces, cantábamos. Para no discutir por los gustos diferentes, no poníamos cintas de caset y no escuchábamos la radio porque en nuestros recorridos a la montaña no llegaba la onda. En mi coche sí que sonó mucho rock y a mis hijos les gusta. Uno de ellos toca la guitarra eléctrica muy bien.. ¿Qué canción le gustaría para su entierro?. En realidad, con las canciones de misa de toda la vida me daría por satisfecha. La que captaría mi estado de ánimo sería Like a Rolling Stone, de Bob Dylan. Me sentiría como una completa desconocida, sola, lejos de casa, una viajera a otro mundo. Pero preferiría que no la pusieran por haber escrito esto ahora.. «El amor es…». Ilusión, energía, hervidero de sensaciones, conocimiento de uno mismo, voluntad de hacer el bien a otro, pozo de creación.. ¿Quién fue su primer amor?. Un joven muy guapo de mi pueblo. Compartía corazón con Michael Paré, cuyo rostro estaba en un poster colgado en mi habitación.. ¿Cuál ha sido su sueño más raro?. Soñaba más antes que ahora, no sé por qué. Había dos sueños frecuentes: que se me caían los dientes o que unas formas geométricas me engullían en un vacío desasosegante. Yo misma me los interpretaba. Y ahora acabo de interpretar que si ya no sueño tanto es porque estoy tranquila conmigo misma.. ¿Qué película podría ver todos los días?. La vida de Brian. Que no se pierda el sentido del humor.. ¿Qué obra de arte robaría de un museo?. El caminante sobre el mar de nubes, de Caspar David Friedrich y el capricho 43 de Goya, El sueño de la razón produce monstruos.. ¿Qué personaje de novela habría querido ser?. Tarzán. Alguien valiente y resolutivo aun en las situaciones más difíciles. Defendía sin dudar a los suyos. Lo de la soledad lo llevaría mal. Necesitaría a la versión masculina de Jane para hacerme compañía.. ¿Y qué personaje histórico rescataría o cree que está olvidado?. En el contexto de la ayuda prestada por España a la independencia de los Estados Unidos, en el que se ha rescatado ya la figura de Bernardo de Gálvez, recuperaría y estudiaría más la figura de Fernando de Leyba, que defendió con muy pocos soldados y la milicia local la población de San Luis de Misuri en 1780. Sin su hazaña, la historia habría sido diferente. En términos generales, llevaría al cine a más de un rey o reina de España para acercar la historia a los jóvenes, como han sabido hacer los ingleses.. ¿Cuál es su mayor contradicción?. Estar llena de contradicciones. Para empezar, soy muy friolera y vivo en el Pirineo.. ¿En qué fantasmas cree?. En los de verdad, que a veces se manifiestan.. ¿Cuál es su rutina para despolitizarse?. Juntarme con amigos de ideas diferentes; pasear por la naturaleza; prestar más atención a lo verdaderamente importante.. Otro aspecto que muestra la novela es que Estados Unidos, igual que cualquier país, está construido sobre la inmigración, ¿cómo recordar eso a la gente que hoy rechaza a los extranjeros?. Los relatos han servido para conocer otras visiones de la vida en el pasado. La historia es un continuo de personas en movimiento, cruzando océanos, recorriendo miles de kilómetros por un sueño o un deseo de mejorar sus vidas y las de sus familiares. Quienes no leen o escuchan otros testimonios terminan con un corazón de piedra.. ¿A quién pondría en el Ministerio de Cultura?. A alguien con experiencia precisamente en eso. A alguien que priorice la libertad de creación a la ideología. A alguien que sirva para engrandecer el concepto y que sepa de los problemas cotidianos de los creadores. En resumen: a un creador con experiencia en gestión y no a un político de carrera. Todos los ministros deberían tener experiencia en su campo.
La Lectura // elmundo
La escritora publica ‘Corazón de oro’ una novela sobre la bondad, la avaricia, y el precio de cumplir nuestros sueños ambientada en la California de mediados del siglo XIX, en plena Fiebre del Oro Leer
La escritora publica ‘Corazón de oro’ una novela sobre la bondad, la avaricia, y el precio de cumplir nuestros sueños ambientada en la California de mediados del siglo XIX, en plena Fiebre del Oro Leer
