Siempre es divertido preguntar a una pareja reciente cuánto tiempo llevan juntos y encontrar dos respuestas distintas. Muchas veces acaban acordando una fecha más o menos convencional. Los países y la historia actúan de manera similar, y en Fechas que hicieron historia Patrick Boucheron trata de analizar cómo algunas fechas y hechos adquirieron su carácter de hito. “Cada relato”, escribe Boucheron, que es profesor del Collège de France y especialista en historia medieval, “se transforma en una intriga metodológica”. El volumen no es “una sucesión de hechos sino una miscelánea de problemas”. Por una parte muestra el proceso: los acontecimientos y el contexto en que se produjeron, las razones por las que se ha adoptado una fecha y la verosimilitud de la datación, las fuentes que alimentan el relato y la literatura e iconografía que ha generado el suceso. Por otra, propone interpretaciones: el significado que se desprendía originalmente, las transformaciones interpretativas (la caída de Roma ya no es lo que era, explica), y una lectura contemporánea estimulante.. Los capítulos, breves y ágiles, nacen de los guiones de su serie televisiva Quand l’histoire fait dates. Boucheron propone 10 formas de construir un acontecimiento y 30 casos, desde la cueva de Lascaux a la liberación de Nelson Mandela, pasando por la muerte de Alejandro Magno, la batalla de Alesia, la crucifixión de Cristo y la Hégira de Mahoma, el descubrimiento de América, la batalla de Panipat y las memorias de Babur (descendiente de Tamerlán y Gengis Kan, escritor pionero en la invención de la subjetividad), el asesinato de Enrique IV, la peste negra, la masacre de París en 1961 o el golpe de Pinochet. Hay relatos de orígenes y de ciudades desaparecidas, de religiones, batallas y viajeros (las expediciones a la Antártida o el viaje del mansa Musa desde Mali a La Meca en el siglo XIV). Muchos episodios pertenecen a la historia europea y particularmente a la francesa, aunque también aparecen bastante Asia y África (de América solo hay tres historias). La relación entre Occidente y Oriente es uno de los grandes temas del libro; la inmensa mayoría de los protagonistas son hombres.. En sus catas historiográficas, a veces Boucheron analiza acontecimientos célebres y otras no tanto; en ocasiones, argumenta que lo que consideramos central (la toma de la Bastilla) era menos importante que otro episodio menos visible (el Juramento del Juego de Pelota). Todos los capítulos incluyen un apartado sobre lo que ocurría en el mundo en ese momento y una pequeña bibliografía comentada.. Boucheron, que dice que su objeto pretende “restituir a la historia su dinámica a largo plazo”, es un narrador habilidoso. Explica con claridad los problemas y reivindica la importancia de lo imaginario en la historia y la memoria colectiva. Describe la invención de los terrores del año 1000, la influencia de las apariciones marianas en la historia de las cuevas de Lascaux, reflexiona sobre las ruinas y estudia cómo para examinarlas antes que nada hay que destruir. Muchas de las conquistas son más procesos de aculturación que victorias militares, los manuscritos se pierden y sus ecos llegan traducidos y transformados: en casi todos los casos que nos cuenta hay azar y malentendidos. Ligero y deliberadamente esquemático, Fechas que hicieron historia ofrece una mirada sugerente y entretenida sobre las paradojas de la historia.. Seguir leyendo
Siempre es divertido preguntar a una pareja reciente cuánto tiempo llevan juntos y encontrar dos respuestas distintas. Muchas veces acaban acordando una fecha más o menos convencional. Los países y la historia actúan de manera similar, y en Fechas que hicieron historia Patrick Boucheron trata de analizar cómo algunas fechas y hechos adquirieron su carácter de hito. “Cada relato”, escribe Boucheron, que es profesor del Collège de France y especialista en historia medieval, “se transforma en una intriga metodológica”. El volumen no es “una sucesión de hechos sino una miscelánea de problemas”. Por una parte muestra el proceso: los acontecimientos y el contexto en que se produjeron, las razones por las que se ha adoptado una fecha y la verosimilitud de la datación, las fuentes que alimentan el relato y la literatura e iconografía que ha generado el suceso. Por otra, propone interpretaciones: el significado que se desprendía originalmente, las transformaciones interpretativas (la caída de Roma ya no es lo que era, explica), y una lectura contemporánea estimulante.Los capítulos, breves y ágiles, nacen de los guiones de su serie televisiva Quand l’histoire fait dates. Boucheron propone 10 formas de construir un acontecimiento y 30 casos, desde la cueva de Lascaux a la liberación de Nelson Mandela, pasando por la muerte de Alejandro Magno, la batalla de Alesia, la crucifixión de Cristo y la Hégira de Mahoma, el descubrimiento de América, la batalla de Panipat y las memorias de Babur (descendiente de Tamerlán y Gengis Kan, escritor pionero en la invención de la subjetividad), el asesinato de Enrique IV, la peste negra, la masacre de París en 1961 o el golpe de Pinochet. Hay relatos de orígenes y de ciudades desaparecidas, de religiones, batallas y viajeros (las expediciones a la Antártida o el viaje del mansa Musa desde Mali a La Meca en el siglo XIV). Muchos episodios pertenecen a la historia europea y particularmente a la francesa, aunque también aparecen bastante Asia y África (de América solo hay tres historias). La relación entre Occidente y Oriente es uno de los grandes temas del libro; la inmensa mayoría de los protagonistas son hombres.En sus catas historiográficas, a veces Boucheron analiza acontecimientos célebres y otras no tanto; en ocasiones, argumenta que lo que consideramos central (la toma de la Bastilla) era menos importante que otro episodio menos visible (el Juramento del Juego de Pelota). Todos los capítulos incluyen un apartado sobre lo que ocurría en el mundo en ese momento y una pequeña bibliografía comentada.Boucheron, que dice que su objeto pretende “restituir a la historia su dinámica a largo plazo”, es un narrador habilidoso. Explica con claridad los problemas y reivindica la importancia de lo imaginario en la historia y la memoria colectiva. Describe la invención de los terrores del año 1000, la influencia de las apariciones marianas en la historia de las cuevas de Lascaux, reflexiona sobre las ruinas y estudia cómo para examinarlas antes que nada hay que destruir. Muchas de las conquistas son más procesos de aculturación que victorias militares, los manuscritos se pierden y sus ecos llegan traducidos y transformados: en casi todos los casos que nos cuenta hay azar y malentendidos. Ligero y deliberadamente esquemático, Fechas que hicieron historia ofrece una mirada sugerente y entretenida sobre las paradojas de la historia. Seguir leyendo
Siempre es divertido preguntar a una pareja reciente cuánto tiempo llevan juntos y encontrar dos respuestas distintas. Muchas veces acaban acordando una fecha más o menos convencional. Los países y la historia actúan de manera similar, y en Fechas que hicieron historia Patrick Boucheron trata de analizar cómo algunas fechas y hechos adquirieron su carácter de hito. “Cada relato”, escribe Boucheron, que es profesor del Collège de France y especialista en historia medieval, “se transforma en una intriga metodológica”. El volumen no es “una sucesión de hechos sino una miscelánea de problemas”. Por una parte muestra el proceso: los acontecimientos y el contexto en que se produjeron, las razones por las que se ha adoptado una fecha y la verosimilitud de la datación, las fuentes que alimentan el relato y la literatura e iconografía que ha generado el suceso. Por otra, propone interpretaciones: el significado que se desprendía originalmente, las transformaciones interpretativas (la caída de Roma ya no es lo que era, explica), y una lectura contemporánea estimulante.. Retrato promocional de Patrick Boucheron. Bénédicte Roscot (ANAGRAMA) (Bénédicte Roscot). Los capítulos, breves y ágiles, nacen de los guiones de su serie televisiva Quand l’histoire fait dates. Boucheron propone 10 formas de construir un acontecimiento y 30 casos, desde la cueva de Lascaux a la liberación de Nelson Mandela, pasando por la muerte de Alejandro Magno, la batalla de Alesia, la crucifixión de Cristo y la Hégira de Mahoma, el descubrimiento de América, la batalla de Panipat y las memorias de Babur (descendiente de Tamerlán y Gengis Kan, escritor pionero en la invención de la subjetividad), el asesinato de Enrique IV, la peste negra, la masacre de París en 1961 o el golpe de Pinochet. Hay relatos de orígenes y de ciudades desaparecidas, de religiones, batallas y viajeros (las expediciones a la Antártida o el viaje del mansa Musa desde Mali a La Meca en el siglo XIV). Muchos episodios pertenecen a la historia europea y particularmente a la francesa, aunque también aparecen bastante Asia y África (de América solo hay tres historias). La relación entre Occidente y Oriente es uno de los grandes temas del libro; la inmensa mayoría de los protagonistas son hombres.. En sus catas historiográficas, a veces Boucheron analiza acontecimientos célebres y otras no tanto; en ocasiones, argumenta que lo que consideramos central (la toma de la Bastilla) era menos importante que otro episodio menos visible (el Juramento del Juego de Pelota). Todos los capítulos incluyen un apartado sobre lo que ocurría en el mundo en ese momento y una pequeña bibliografía comentada.. Boucheron, que dice que su objeto pretende “restituir a la historia su dinámica a largo plazo”, es un narrador habilidoso. Explica con claridad los problemas y reivindica la importancia de lo imaginario en la historia y la memoria colectiva. Describe la invención de los terrores del año 1000, la influencia de las apariciones marianas en la historia de las cuevas de Lascaux, reflexiona sobre las ruinas y estudia cómo para examinarlas antes que nada hay que destruir. Muchas de las conquistas son más procesos de aculturación que victorias militares, los manuscritos se pierden y sus ecos llegan traducidos y transformados: en casi todos los casos que nos cuenta hay azar y malentendidos. Ligero y deliberadamente esquemático, Fechas que hicieron historia ofrece una mirada sugerente y entretenida sobre las paradojas de la historia.. Patrick BoucheronTraducción de Álex GibertAnagrama, 2024560 páginas. 22,90 euros. Búsquelo en su librería