Galardonada con el premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2024, la crítica, dramaturga y novelista, además de poeta, echa la vista atrás en La mujer incierta (Alfaguara) para reflexionar sobre la condición femenina, el cuerpo, la familia, la maternidad y su relación la literatura. En esta suerte de memorias Piedad Bonnett (Amalfi, Colombia, 73 años) plantea la pregunta cómo construir el propio relato, y responde de forma elegante, orgánica, sucinta, sin esconder el apetito vital y sin forzar las escenas de infancia, juventud y madurez que tejen una vida.. ¿Qué libro o lectura le descubrió el cuerpo?. Un libro ilustrado del siglo XIX sobre enfermedades, que era de mi padre y que daba espanto.. ¿Qué lectura le resulta más sanadora?. Cuando la pena nos aflige no hay mejor bálsamo que la poesía.. ¿Qué libro de memorias le gusta particularmente?. No uno, sino tres: Regreso a Reims, de Didier Eribon; Léxico familiar, de Natalia Ginzburg; y Apegos feroces, de Vivian Gornick.. ¿Qué libro recomendaría para entender el feminismo hoy?. Ninguno, porque hay muchos feminismos. Pero a mí me gustan los libros desafiantes y desparpajados de Virgine Despentes.. ¿Qué libro la convirtió en lectora?. El Tesoro de la juventud, una enciclopedia para niños que me regaló mi padre.. ¿Y en poeta?. Becquer y Darío en la adolescencia, y Poemas humanos, de César Vallejo en la juventud.. ¿Qué libro ajeno le habría gustado escribir?. Reflejos en un ojo dorado, de Carson McCullers.. ¿Algún clásico que no ha podido terminar?. El hombre sin atributos de Musil.. ¿Con qué tres adjetivos definiría un poema perfecto?. Preciso, sobrecogedor, único.. ¿Cuál es la mejor crítica que ha recibido?. Cuando escribí Lo que no tiene nombre, sobre el suicidio de mi hijo, un escritor dijo que era un libro de amor.. ¿Y la más extravagante?. Que mi literatura expresa la visión de las mujeres de clase media.. ¿Cuál ha sido el último libro que le ha gustado?. El niño perdido, de Thomas Wolfe.. ¿El que tiene abierto ahora mismo en la mesilla de noche?. Los vulnerables, de Sigrid Nunez.. ¿Qué película ha visto más veces?. Todo sobre mi madre, de Pedro Almodóvar.. ¿La última serie que vio del tirón?. Me aburre ver series.. Si tuviese que usar una canción o una pieza musical como autorretrato, ¿cuál sería?. Je ne regrette rien, de Edith Piaff.. ¿En qué museo se quedaría a vivir?. En la Frick Collection, en Manhattan. ¿Qué suceso histórico admira más?. La invención de la imprenta.. ¿Qué encargo no aceptaría jamás?. Un poema a la patria.. ¿Qué está socialmente sobrevalorado?. Lo políticamente correcto. ¿A quién le daría el premio Cervantes?. A Rosa Montero o a Chantal Maillard.. De no ser poeta y escritora le habría gustado ser…. Cantante de salsa.. Seguir leyendo
Galardonada con el premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2024, la crítica, dramaturga y novelista, además de poeta, echa la vista atrás en La mujer incierta (Alfaguara) para reflexionar sobre la condición femenina, el cuerpo, la familia, la maternidad y su relación la literatura. En esta suerte de memorias Piedad Bonnett (Amalfi, Colombia, 73 años) plantea la pregunta cómo construir el propio relato, y responde de forma elegante, orgánica, sucinta, sin esconder el apetito vital y sin forzar las escenas de infancia, juventud y madurez que tejen una vida. ¿Qué libro o lectura le descubrió el cuerpo?Un libro ilustrado del siglo XIX sobre enfermedades, que era de mi padre y que daba espanto.¿Qué lectura le resulta más sanadora?Cuando la pena nos aflige no hay mejor bálsamo que la poesía.¿Qué libro de memorias le gusta particularmente?No uno, sino tres: Regreso a Reims, de Didier Eribon; Léxico familiar, de Natalia Ginzburg; y Apegos feroces, de Vivian Gornick.¿Qué libro recomendaría para entender el feminismo hoy?Ninguno, porque hay muchos feminismos. Pero a mí me gustan los libros desafiantes y desparpajados de Virgine Despentes.¿Qué libro la convirtió en lectora?El Tesoro de la juventud, una enciclopedia para niños que me regaló mi padre.¿Y en poeta?Becquer y Darío en la adolescencia, y Poemas humanos, de César Vallejo en la juventud.¿Qué libro ajeno le habría gustado escribir?Reflejos en un ojo dorado, de Carson McCullers.¿Algún clásico que no ha podido terminar?El hombre sin atributos de Musil.¿Con qué tres adjetivos definiría un poema perfecto?Preciso, sobrecogedor, único.¿Cuál es la mejor crítica que ha recibido?Cuando escribí Lo que no tiene nombre, sobre el suicidio de mi hijo, un escritor dijo que era un libro de amor.¿Y la más extravagante?Que mi literatura expresa la visión de las mujeres de clase media.¿Cuál ha sido el último libro que le ha gustado?El niño perdido, de Thomas Wolfe.¿El que tiene abierto ahora mismo en la mesilla de noche?Los vulnerables, de Sigrid Nunez.¿Qué película ha visto más veces?Todo sobre mi madre, de Pedro Almodóvar.¿La última serie que vio del tirón?Me aburre ver series.Si tuviese que usar una canción o una pieza musical como autorretrato, ¿cuál sería?Je ne regrette rien, de Edith Piaff.¿En qué museo se quedaría a vivir?En la Frick Collection, en Manhattan¿Qué suceso histórico admira más?La invención de la imprenta.¿Qué encargo no aceptaría jamás?Un poema a la patria.¿Qué está socialmente sobrevalorado?Lo políticamente correcto¿A quién le daría el premio Cervantes?A Rosa Montero o a Chantal Maillard.De no ser poeta y escritora le habría gustado ser…Cantante de salsa. Seguir leyendo
Galardonada con el premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2024, la crítica, dramaturga y novelista, además de poeta, echa la vista atrás en La mujer incierta (Alfaguara) para reflexionar sobre la condición femenina, el cuerpo, la familia, la maternidad y su relación la literatura. En esta suerte de memorias Piedad Bonnett (Amalfi, Colombia, 73 años) plantea la pregunta cómo construir el propio relato, y responde de forma elegante, orgánica, sucinta, sin esconder el apetito vital y sin forzar las escenas de infancia, juventud y madurez que tejen una vida.. ¿Qué libro o lectura le descubrió el cuerpo?. Un libro ilustrado del siglo XIX sobre enfermedades, que era de mi padre y que daba espanto.. ¿Qué lectura le resulta más sanadora?. Cuando la pena nos aflige no hay mejor bálsamo que la poesía.. ¿Qué libro de memorias le gusta particularmente?. No uno, sino tres: Regreso a Reims, de Didier Eribon; Léxico familiar, de Natalia Ginzburg; y Apegos feroces, de Vivian Gornick.. ¿Qué libro recomendaría para entender el feminismo hoy?. Ninguno, porque hay muchos feminismos. Pero a mí me gustan los libros desafiantes y desparpajados de Virgine Despentes.. ¿Qué libro la convirtió en lectora?. El Tesoro de la juventud, una enciclopedia para niños que me regaló mi padre.. ¿Y en poeta?. Becquer y Darío en la adolescencia, y Poemas humanos, deCésar Vallejo en la juventud.. ¿Qué libro ajeno le habría gustado escribir?. Reflejos en un ojo dorado, de Carson McCullers.. ¿Algún clásico que no ha podido terminar?. El hombre sin atributos de Musil.. ¿Con qué tres adjetivos definiría un poema perfecto?. Preciso, sobrecogedor, único.. ¿Cuál es la mejor crítica que ha recibido?. Cuando escribí Lo que no tiene nombre, sobre el suicidio de mi hijo, un escritor dijo que era un libro de amor.. ¿Y la más extravagante?. Que mi literatura expresa la visión de las mujeres de clase media.. ¿Cuál ha sido el último libro que le ha gustado?. El niño perdido, de Thomas Wolfe.. ¿El que tiene abierto ahora mismo en la mesilla de noche?. Los vulnerables, de Sigrid Nunez.. ¿Qué película ha visto más veces?. Todo sobre mi madre, de Pedro Almodóvar.. ¿La última serie que vio del tirón?. Me aburre ver series.. Si tuviese que usar una canción o una pieza musical como autorretrato, ¿cuál sería?. Je ne regrette rien, de Edith Piaff.. ¿En qué museo se quedaría a vivir?. En la Frick Collection, en Manhattan. ¿Qué suceso histórico admira más?. La invención de la imprenta.. ¿Qué encargo no aceptaría jamás?. Un poema a la patria.. ¿Qué está socialmente sobrevalorado?. Lo políticamente correcto. ¿A quién le daría el premio Cervantes?. A Rosa Montero o a Chantal Maillard.. De no ser poeta y escritora le habría gustado ser…. Cantante de salsa.
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