La ambición hay que premiarla y el fomo- el miedo a perderse cosas dicho en GenZ- alimentarlo en su justa medida. En la escena teatral, pocas obras han tenido el éxito de 1936, Tanto en los llenos constantes en el Centro Dramático Nacional (CDN), como en su gira nacional, la obra sobre el transcurso de la Guerra Civil dirigida por Andrés Lima no se despega del tono de Shock 1 y Shock 2, pero la supera en ambición con un reparto inspiradísimo encabezado por Blanca Portillo y un ejercicio magistral a la hora de saltar entre géneros, tiempo y escenarios.. Tan pesada se puso la gente al quedarse sin entradas que cuando el CDN anunció que la obra volvería entre el 12 de septiembre al 12 de octubre advirtió de que hasta junio no se sabría cuándo comienzan a venderse las entradas. Parece una locura recomendar un plan a cuatro meses, pero como diría José Bordalás: «Esto es Madrid, papá» y el día que salgan las entradas se alegrará usted de haber puesto una alarma para no perdérselo después de leerse esta agenda. Eso sí, dos apuntes clave. La obra dura un The Brutalist, es decir tres horas y media más descanso, y en el CDN no venden palomitas, así que se recomienda ir pertrechado y sin prisas.. Desayunar en Madrid es más duro para un extremeño que tardar una hora al trabajo. Por suerte, en el barrio de Arganzuela en los últimos años se hace mucho más llevadero. Parte de la culpa lo tiene el sándwich con lacón de Dromme Kaffe House y los rollitos de canela de Martín Tostador, paradas ideales par quienes bajan desde Atocha.. Si uno continúa caminando se encuentra a ya clásicos del barrio como Dott y, confiando en que algún día el sol empiece a apretar, la cercanía de Madrid Río abre el abanico a entrar en La Sía y pedir cualquier cosa que lleve su hojaldre y desayunar en el río. En la otra orilla, comienza a despuntar Pava, una cafetería con unas tostadas de una generosidad casi sureña. Todo regado con un espresso doble, claro.. Hay gente levantándose de una mesa después de pagar 30 euros por una hamburguesa y dos coca colas que, lejos de sentirse estafada, termina recomendando el restaurante en su Instagram. Si usted también levanta la ceja cuando oye la palabra smash y tiene algún amigo descarriado en ese mundo, mi consejo es que aproveche los últimos días de frío para tomar rumbo a Casa de Comidas.. El restaurante de Rafa Zafra en el Eurobuilding es uno de esos sitios que aún confía en los guisos y sus lentejas con chipirones sí que merecen una buena recomendación en estas páginas, y dos cucharas, porque, que no le engañe el lujoso emplazamiento, en este restaurante con las cantidades no se bromea. No obstante, si la compañía es numerosa y quiere gastarse poco más que en una hamburguesa está a tiempo de acompañarla con su interpretación de la ensaladilla rusa o las sensacionales alcachofas con huevos fritos y paleta ibérica mientras se escapan entre los dedos los últimos rescoldos de la temporada . Mucho antes de llegar al final de la comida, reparará en el magnífico carro de postres que recorre casi sin parar de lado a lado el lugar. Si sale sin pedir ninguno, Dios puede que se lo perdone, pero a mí no me lo cuente.. La mezquindad, o directamente la maldad, fueron las emociones estrella de 2024 y están repitiendo en 2025. La mala leche está de moda y un buen antídoto es Un caballero en Moscú (Salamandra). Los bolcheviques condenan al conde Aleksandr Ilich Rostov a arresto domiciliario en el prestigioso hotel Metropol de Moscú. Sobre el papel, un plan mucho mejor que pasarlos en la cárcel, pero, aún así, tres décadas siguen haciéndose muy largas y digamos que un hotel cinco estrellas en la Unión Soviética tampoco tiene las comodidades de la Costa del Sol.. Con todo, más allá de que se acerque la temporada vacacional, lo que hace que siete años después de su publicación hoy sea un buen día para comenzar a leerlo es que uno de los elementos que caracteriza a gran parte de los protagonistas es la bondad. En un momento en que las series buscan que odies a todos sus personajes, en este libro ocurre todo lo contrario, solo quieres que sean felices y el milagro de no caer en lo ñoño. Todo un antídoto para la era de la mala leche que, además, goza de una digna mini serie en SkyShowtime.
La Lectura // elmundo
La imposición de caer en la ‘reservitis’, lecciones para sobrevivir al crimen de las barritas y el café con leche y la última sesión de cuchara y mantel de la primavera antes de llegar a 30º. Leer
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