Hasta hace unas semanas yo creía que nadie como Calderón de la Barca había descrito la indigencia humana con tanta desolación. Tomó prestada la historia del cuento de El conde Lucanor donde se narra el infortunio de dos hombres ricos. La desventura los ha hundido en la miseria y uno de ellos se lamenta de tener que alimentarse solo de altramuces, fruto amargo, hasta el día en que… Calderón lo extractó en un par de quintillas que figuran en La v. Hazte Premium desde 1€ el primer mes. Aprovecha esta oferta por tiempo limitado y accede a todo el contenido web. Si lo prefieres
La Lectura // elmundo
A diferencia de otros cronistas, que tratan de adornarse, Cabeza de Vaca, en sus memorias, fue el primero en contar un largo cautiverio entre indios fierísimos, pero apenas puso énfasis en contarlo Leer
A diferencia de otros cronistas, que tratan de adornarse, Cabeza de Vaca, en sus memorias, fue el primero en contar un largo cautiverio entre indios fierísimos, pero apenas puso énfasis en contarlo Leer