Ingmar Bergman (1918-2007) ya era el Bergman, cineasta, realizador para televisión y dramaturgo, cuando emprendió el proyecto de tres novelas basadas en algunos de sus recuerdos de infancia y sobre la relación entre sus padres, después de haber escrito sus célebres memorias, La linterna mágica (1987). La primera fue La buena voluntad (1991), le siguió la bellísima Niños de domingo (1993) y culminó con Confesiones privadas (1996). Con ella, Fulgencio Pimentel remata la publicación de la trilogía, en la que firma la traducción Marina Torres y la portada e ilustraciones, como las dos anteriores, son obra de Manuel Marsol.. Traducción de Marina Torres. Fulgencio Pimentel. 184 páginas. 20,50 €Puedes comprarlo aquí.. Confesiones privadas está dividida en seis cuadros, cinco confesiones, cada una de ellas datada: julio de 1925, agosto de 1925, marzo de 1927, mayo de 1925 y octubre de 1934; cada una con un interlocutor diferente. Cierra con un «epílogo-prólogo», fechado en mayo de 1907, que tiene esa doble condición porque va al final en el libro, pero cronológicamente va al principio. En ese cuadro final aparece una joven Anna dudando sobre si recibir la comunión o no y compartiendo sus dudas con tío Jacob, sacerdote.. Anna es la protagonista de la novela, casada con el párroco Henrik, madre de tres hijos, dos niños y una niña, que vive una historia de amor con un hombre más joven, amigo de su marido y estudiante de teología. «Soy una esposa infiel. Vivo con otro hombre. Engaño a Henrik. Estoy angustiada. No tengo remordimientos o cosas así. Sería ridículo. Pero sí angustia», comienza su repentina confesión a tío Jacob, con el que se ha encontrado por azar y se ha puesto a charlar.. Hay aquí un doble ejercicio: por un lado, hay un análisis de la fe y un estudio sobre qué es el cristianismo, se hace evidente en el epílogo-prólogo, aunque es una constante en las tribulaciones de Anna y Henrik; por otro lado, está el escritor Ingmar Bergman tratando de entender a sus padres y entregando la pieza que nos faltaba para comprender algunas cosas sobre ese matrimonio.. Con respecto a esto, el escritor aparece en el libro, en la segunda de las confesiones asoma la patita: «Ahora ha llegado el momento en que yo, desde mi escritorio de Farö, el 18 de junio de 1992, me acerco a esas dos personas que se esfuerzan por la escarpada y pedregosa cuesta que sube desde el embarcadero de Smadalarö esa noche de agosto de 1925. En todo caso, voy a intentarlo. No sé muy bien el motivo de mi esfuerzo. No sé, pero no obstante voy y me acerco a velocidad vertiginosa y en silencio. Puedo verlos». He aquí la magia de la literatura.
La Lectura // elmundo
‘Confesiones privadas’ cierra la trilogía novelística que el dramaturgo y cineasta dedicó en su vejez a sus padres para recomponer su relación Leer
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