El inmenso espacio industrial de Ifema se transforma con la llegada de ARCOmadrid 2025 en un bazar sublime de geografías, historias y discursos. Éste no es sólo un punto de encuentro para el mercado, sino un lugar donde los imaginarios se expanden y colisionan. En la presente edición, el recinto ferial se acerca al Amazonas como marco cultural y propuesta de futuro. Epicentro de narrativas globales e indígenas, exploraciones antropológicas, tensiones creativas y nuevas miradas que desdibujan las categorías tradicionales del arte.. También se borran las fronteras políticas. A diferencia de como venía haciéndose tradicionalmente en ARCO, donde diferentes naciones centraban el foco en cada edición, con Maribel López Zambrana la feria cambió su manera de mirar al mundo. «Hace unos años decidimos unir territorios por una masa fluida, que se me ocurría que podía ser el agua», señala la directora de la feria. Tras el Mediterráneo y el Caribe, llega a Madrid la producción cultural que surge en torno al río Amazonas en particular y del resto del mundo en general. El arte es infinito y las obras que podrán verse en los pabellones 7 y 9 de Ifema van más allá de ese marco mental y geográfico que fluye a través del cono sur americano.. En total, mostrarán a sus artistas 214 galerías de 36 países, muchas llegadas del continente americano. Mientras Art Basel Miami pierde fuelle en cada edición, según muchos expertos, ARCO se reafirma una vez más como un punto de encuentro clave entre Europa y el otro lado del Atlántico. En esta edición, la participación internacional alcanza el 67% de las galerías, de las cuales más del 32% se corresponden a proyectos iberoamericanos, con una presencia destacada de Brasil y Argentina. Más allá de las cifras, lo que marca el pulso de la feria es su capacidad para generar diálogos en torno a cuestiones urgentes: la sostenibilidad medioambiental, las contradicciones del mercado global o la visibilidad de prácticas artísticas que han permanecido al margen de los circuitos culturales tradicionales.. La exposición central de esta edición dedicada al Amazonas lleva por nombre Wametisé: ideas para un amazofuturismo, y está a cargo de la comisaria María Wills y del artista Denilson Baniwa. «La Amazonía es un concepto que sobrepasa los límites geopolíticos», explica Wills. «Es una región, sin duda, pero es mucho más que las fronteras de los países que la cruzan. Es también la posibilidad de acoger múltiples narrativas sobre cómo se entiende el mundo desde una perspectiva sostenible. Los relatos y vivencias de sus pueblos originarios son como portales hacia maneras de cuidar el mundo», prosigue la comisaria. «Parecen ficciones mágicas, pero en realidad son muy sensatas. Europa necesita saber que desde esa gran selva hay muchos mensajes que no son ingenuos».. La sección reúne 18 galerías y busca alejarse de los discursos exóticos que históricamente han marcado la representación de la región. En su lugar, propone una mirada que entiende la Amazonía no sólo como un espacio de resistencia, sino como un laboratorio para pensar el día de mañana.. «Uno de los aspectos más importantes del proyecto tiene que ver con las maneras en que la mirada, y el arte, han estado completamente colonizados por patrones estéticos eurocéntricos, en donde muchas creaciones de allí se han entendido como primitivas, cuando en realidad son absolutamente futuristas y visionarias», sostiene la comisaria. En este sentido, el trabajo de los artistas presentes en el programa Wametisé adquiere un peso especial: su práctica no busca ser una traducción del mundo indígena al arte contemporáneo, sino una reconfiguración total de cómo entendemos la creación artística en el mundo actual.. «La Amazonía es un concepto que sobrepasa los límites políticos. Los relatos de sus pueblos originarios son portales hacia maneras de cuidar el mundo», sostiene la comisaria María Wills. «Cada voz es muy singular», continúa Willis. «Tendremos a veteranos activistas que han abogado por la causa amazónica denunciando abusos a las comunidades y crímenes ambientales relacionados con el extractivismo, como Claudia Andújar, Jonier Marin o Anna Bella Geiger. Otros creadores tienen perspectivas ligadas a las plantas sagradas y la ingestión de las mismas, lo cual permite visiones o pintas, como suelen llamarse, que se transmiten en las pinturas de Carlos Jacanamijoy o Aycoobo (Wilson Rodriguez)».. La galería francocolombiana Mor Charpentier fue pionera en su apuesta por artistas de aquel lado del Atlántico cuando muy pocas en Europa mostraban de forma continuada aquella creación plástica. «Llegamos a ARCO por primera vez en 2011, apenas teníamos tres meses de existencia», recuerda Alex Mor. «El rol de la feria en la difusión y profesionalización de la escena de Latinoamérica ha sido vital», asegura, al tiempo que subraya cómo este encuentro internacional se ha esforzado por invitar a un sinfín de curadores y coleccionistas de aquel continente.. Carlos Motta, que acaba de inaugurar una exposición retrospectiva en el MACBA, será el artista que represente a la galería Mor Charpentier en la sección Wametisé. Lo hará con un vídeo titulado JJayigi (2024), en el que confronta el pasado colonial de los internados establecidos en la región del Amazonas colombiano por las Misiones Capuchinas y su impacto en el desuso de las lenguas indígenas. En el estand de su galería, además, podrán verse algunas esculturas en madera policromada que representan figuras míticas del amazonas, parte hombre y parte animal, que firma con artesanos locales para acreditar su participación creativa.. Una de las principales preocupaciones, tanto de la organización de la feria como de los comisarios y galeristas que participan en esta edición, es el peligro de exotización y apropiación de las culturas indígenas. «La diversidad del diálogo artístico está también en que hay colaboraciones de artistas blancos o mestizos que encuentran en la cooperación una forma de trabajar desde la cocreación», afirma María Willis. «De esta manera conseguimos que se creen una serie de sinergias con artistas de la Amazonía». Y añade: «Creo en esa necesidad de que las obras no sean consideradas sólo de un autor sino fruto de las relaciones que hay detrás de esas piezas».. Como es habitual, ARCO se expande más allá del recinto ferial de Ifema. El arte de raíz indígena del Perú podrá verse en las obras que forman parte de la colección Hochschild, en el Museo Lázaro Galdiano. Se ha convocado a una nutrida represen-tación de 31 artistas, entre los que se encuentran Olinda Silvano, Nancy Dantas, Mary Rodriguez o Luis Martínez Dávila.. Del Amazonas Colombiano surgen muchas de las obras que podrán verse también en la exposición Trópico sin Trópico, que se celebra en CentroCentro, gracias a las piezas seleccionadas por el comisario Halim Badawi. Una muestra que se inauguró el pasado 12 de febrero, mismo día en el que Orellana se topó con el río Amazonas en 1542 y que celebra el día de la Amazonía. En la exposición puede verse un busto del explorador español girado sobre su eje, caído en la peana, con el rostro cubierto por un trenzado indígena que parece hablar de cancelación y también de mestizaje.. ARCO, por su parte, reunirá el Amazonas brasileño. Aunque muchas de las prácticas artísticas de raíz ancestral que son naturales en esta zona cultural no se mostrarán en la feria, para preservar su carácter místico. «Nos daba miedo que se desnaturalizaran las performances más simbólicas, las que tienen que ver con la sanación o los rituales comunitarios», explica Maribel López. Para protegerlas y respetarlas, el Reina Sofía acogerá la performance de la artista, bióloga y activista transUyra Sodoma el viernes 7 de marzo. Mientras, el trabajo de la creadora Bárbara Santos será objeto de una exposición en la Casa Encendida titulada Oro tapado. Con más de 20 años trabajando en la zona amazónica, su trabajo explora la curación como tecnología y la imposibilidad de traducir ciertos saberes sin despojarlos de su esencia.
La Lectura // elmundo
A través del programa ‘Wametisé: ideas para un amazofuturismo’, comisariado por Denilson Baniwa y María Wills, la feria explora nuevas formas de creación. Con el agua como hilo conductor, estas narrativas en torno a la realidad de los pueblos originarios huyen de cualquier forma de exotización Leer
A través del programa ‘Wametisé: ideas para un amazofuturismo’, comisariado por Denilson Baniwa y María Wills, la feria explora nuevas formas de creación. Con el agua como hilo conductor, estas narrativas en torno a la realidad de los pueblos originarios huyen de cualquier forma de exotización Leer