Esta intervención filosófica que hilvana, en platónica «segunda navegación», el cuidado comentario de obras literarias, fílmicas y artísticas varias se abre con el estupor del docente ante muy contemporáneas restricciones a la lectura rigurosa del fragmento de Heráclito que señala el fundante carácter constituyente de la guerra. Así se adentra Gabriel Albiac (Utiel, 1950) en el campo de minas de un conflicto definidor de nuestro tiempo. Acaso la muy precisa argumentación que el autor despliega acabe siendo soslayada por el fuego cruzado en esta guerra que, engañosamente, responde al adjetivo «cultural».. Frente a tal pobreza de espíritu alza, pese a todo, su bello ejercicio de escrituraEl eclipse del padre. Apuesto a que el lector habrá concentrado su atención en el término que cierra el subtítulo. Me atrevo a sugerirle, por el contrario, que utilice como hilo para aventurarse en el laberinto (pues, dada la sustancia de que se trata, laberíntica ha de ser su estructura) de esta Crítica de la razón «woke» las otras dos categorías, que delimitan con precisión el instrumental analítico y expositivo del texto. Que recuerde, así, las específicas determinaciones que la voz «crítica» tiene en el proceder de escalpelo de las obras mayores de Kant y de Marx. Y que, de este modo, admita que lo «woke» opera, así sea sólo discursivamente, de acuerdo con una lógica a cuyo desmontaje se dedicará la cuidada y bien armada argumentación de Gabriel Albiac.. La Esfera de los Libros. 232 páginas. 18,90 € Ebook: 8,99 €. Puedes comprarlo aquí.. Podrá entonces vislumbrar que no son configuraciones subjetivas «tradicionales» (padre-madre y varón-mujer, las cuatro más espectaculares) las que se (re)afirman, ni otras de relativo reciente nuevo cuño las que se des(construyen). O que, si así lo parece en ciertos momentos, es sólo como efecto del insobornable empeño de Albiac en desplazar el encadenado de interrogaciones con el que va desbrozando algo que podría muy bien definirse como una genealogía de la condición humana: no es El eclipse del padre, por lo tanto, un posicionamiento contra las «nuevas» identidades emanadas de y sustentadas por la razón «woke», sino, ante todo, una demoledora indicación del ineluctable carácter de juego de ficciones y fingimientos sobre el que toda identidad se funda.. También de la imposible renuncia a los marcos simbólicos a los cuales es preciso enfrentarse para sustentar la precaria materialidad de cualesquiera de ellas: «Deliran los hombres, en efecto: ¿puede acaso no hacerlo un hablante animal que muere? En ese delirar deslizan los humanos la proyección fantasmagórica de sentido que sólo de su fantasía habla. No de realidad otra alguna. Tejen su red protectora, hecha de alucinaciones y esperanzas, diagnostica Freud. Pero, ¿y si la verdad de la consciencia humana, la única realidad de aquello a lo que, sin saber qué decimos, llamamos ‘yo’, fuera, al fin, tan sólo hallable en los determinados modos de calificar ese delirio, a través de la blindada lógica que la lengua impone a sus alucinaciones? Pensar sería, entonces, tejer delirios en orden sintáctico: inventarse como ficción».. Lo más paradójico sería así que defensas de sólidas identidades «woke» se digan alucinadamente herederas de aquellos autores cuyo pensamiento acabó por constituir, como dice Albiac en otra parte, el verdadero fundamento metafísico de los revolucionarios de los 60: «Es gratificante soñar que la ley legitima. No es así: la ley veta. Y sobre ese veto se alza la condición humana: ley de una mente sometida a la rígida codificación sintáctica que la omnipotencia paterna impone. Y sin ese veto, y sin esa imposición, no hay subjetividad que sobreviva. El gozoso ‘prohibido prohibir’ de hace cincuenta años significaba, en rigor, ‘prohibido ser'». De otro modo, ahora, y entre nosotros: «No hay padre. Debiera haberlo».
La Lectura // elmundo
En esta audaz intervención filosófica el pensador desmonta la lógica ‘woke’ y su apropiación de la identidad, resaltando el ineluctable juego de ficciones sobre el que todas se fundan Leer
En esta audaz intervención filosófica el pensador desmonta la lógica ‘woke’ y su apropiación de la identidad, resaltando el ineluctable juego de ficciones sobre el que todas se fundan Leer