En las páginas finales de Confessions of an Original Sinner, un ensayo autobiográfico que muy pronto se publicará en español, el historiador John Lukacs reflexionaba sobre el final de la época moderna y su influencia en el futuro. Lukacs estaba convencido de que, al igual que sucedió con el fulgor de la civilización griega, nuestro mundo y nuestros valores mantendrán su prestigio a través de los siglos, incluso cuando la posmodernidad y el nihilismo hayan logrado imponer su dominio cultural en Occidente. Beethoven siempre será Beethoven, a pesar de la música disco; del mismo modo que Sócrates, Homero y Platón seguirán siendo nuestros padres intelectuales.
Traducción de Raquel Bahamonde. Ático de los Libros. 560 páginas. 32,95 €Puedes comprarlo aquí.
En su monumental Los griegos: Una historia global, el profesor del King’s College Roderick Beaton se propone abarcar la vastedad de la historia griega con un empeño similar al que describía Lukacs en sus memorias. A lo largo de miles de años, ¿qué unió a los griegos como pueblo? Una lengua, ante todo; pero también una cultura, una mirada, un horizonte y una tradición. Asombrosamente, su influencia ha trascendido las fronteras del espacio y del tiempo para moldear la civilización occidental.
La audacia de Beaton consiste en romper con las categorías usuales de la historiografía. Mientras que la mayoría de ensayos históricos se detiene en los periodos más conocidos de la civilización griega (de la Atenas de Pericles al Imperio bizantino), Beaton se centra ante todo en la invención de una lengua como hilo conductor de un pueblo en el transcurso de los tiempos.
Heredero quizás de la mirada romántica, Beaton cifra la identidad griega en el fulgor de la palabra: en Homero y Platón, en Aristóteles y Sófocles; de igual modo que el cristianismo es fruto de unos relatos -los Evangelios- que también se escribieron en griego. Roma nunca hubiera sido Roma sin Grecia, ni tampoco el cristianismo se hubiera convertido en una religión universal sin el aporte de Atenas, ni el Renacimiento hubiera tenido lugar, ni…
En un estilo claro y accesible, aunque profundamente documentado, el autor británico nos expone la historia de la civilización griega como el relato de una diáspora continua, siempre dúctil y hábil, fecundando otras culturas e influyendo en otras leyes. ¿Fueron acaso los griegos los primeros ciudadanos de un mundo global? La pregunta por la primogenitura no es, tal vez, relevante, pero sí lo es la de su legado. De algún modo, seguimos siendo hijos de aquella luz que nació en el Egeo.
La Lectura // elmundo
En su monumental ‘Los griegos’ el historiador del King’s College Roderick Beaton presenta a la civilización griega como la primera global y destaca la importancia del idioma como elemento de cohesión Leer
En su monumental ‘Los griegos’ el historiador del King’s College Roderick Beaton presenta a la civilización griega como la primera global y destaca la importancia del idioma como elemento de cohesión Leer