Circula un meme por ahí, un meme variable. Un mensaje se repite sobre una imagen que va cambiando. Las palabras pueden leerse sobre una Hello Kitty salpicada de destellos, sobre un personaje manga con insomnio, sobre fondo blanco, sobre fondo negro, sobre una coneja diseñada en tres dimensiones con las orejas gachas. El meme recalca un cambio de perspectiva. No sé cuál es el origen porque hay tantas versiones que se ha vuelto para mí difícil de rastrear pero me queda claro que en un principio fue en inglés y que había dos encabezados diferentes: cuando era niño / cuando era más joven. El caso es que en el pasado esa persona, esa Kitty, esa coneja, ese muchacho manga desvelado e incapaz de descansar, pensaron que los adultos estaban siendo dramáticos al decir que cuando no es una cosa es otra, pero ahora que se han hecho mayores pueden confirmar que, en efecto, cuando no es una cosa es otra.. Este meme llamó poderosamente mi atención cuando lo vi por primera vez hace unos meses y no importa qué versiones me vaya encontrando. Aunque tenga mis favoritas, el mensaje me atraviesa de igual modo y ese modo es sorprendentemente positivo. Pese a su carácter ácido y apresadumbrado, este meme se ha acomodado en mi imaginario doméstico y me está ayudando a hervir como doce sesiones de psicoterapia a 90 pavos cada una. Es un decir, no deseo desprestigiar los poderes de la psicoterapia, actividad que recomiendo y que merece todo mi respeto, es que me gusta exagerar, me gusta usar el verbo hervir, contar al dinero en pavos. Me hace sentir más joven. Esto puedo confesarlo gracias a la madurez que el acompañamiento del meme me está aportando.. Tras las intensas lluvias de las últimas temporadas diversos contratiempos en el hogar me han quitado el sueño. Humedades, goteras, charcos alrededor de las puertas que dan al exterior, insectos, moho. Noches en vela comparando insecticidas y deshumidificadores, leyendo opiniones y testimonios, dinero invertido, ansiolíticos, pesadillas. Estaba aprendiendo a solucionar problemas, los solucionaba hacia fuera pero dentro me seguían atormentando. El meme ya me brillaba en la cabeza pero fue tan crucial el meme como el momento de hablar de él con otra persona. Tal vez lo recuerde siempre porque se ha convertido en el símbolo de una era y ha dado pie a que, expresando por fin un grave estado de inquietud en voz alta, ese grave estado de inquietud cruzara la frontera del esternón de camino a la digestión. Antes de que el meme rompiera el hielo me atormentaba la absurda convicción de que no había casa menos afortunada, más endemoniada y peor llevada que la mía.. «El meme se ha acomodado en mi imaginario doméstico y me está ayudando a hervir doce sesiones de psicoterapia». La gente guarda los memes que le hacen gracia pero si meten el dedo en alguna llaga mejor. Porque a través del humor y la representación es posible desbloquear un poco los sentimientos enconados. Este meme pesimista y facilón me ha vuelto más fuerte y ha posibilitado conversaciones que me hacían falta. He conseguido hablar de moho y escolopendras, escenario infernal así resumido, con personas de confianza a las que considero sensatas y capaces que me han contado, qué gran sorpresa, que su contacto con el infierno también es intenso, sus propias historias con moho, con escolopendras, e incluso con algunos otros elementos del averno que por supuesto se han ido intercalando con enfermedades, pérdidas, crisis personales, laborales y relacionales y eso que parecía tan obvio, tan simple, se vuelve gran filosofía. Cuando no es una cosa es otra, no tiene vuelta de hoja, así que más vale no llevarse las manos a la cabeza por todo porque con las manos en la cabeza no se puede vivir.. Durante la infancia los adultos a mi alrededor no me parecían dramáticos, yo entendía cuánta dificultad afrontaban, pero los recuerdo repitiendo esta cantinela como el resto de la gente adulta, afrontando con entereza interminables contratiempos, disfrutando pese a todo de los buenos momentos. Lo que yo pensaba es que podría librarme de lidiar con esas cosas, que cuando llegara mi turno sería capaz de esquivar molestias grandes y pequeñas a lo largo de temporadas considerables gracias a mi inteligencia, mi encanto y mi buena fortuna.. Yo misma, que estaba sumida en mi propia e incomodísima problemática diaria, creía que un futuro de despreocupación me aguardaba. Tendría unos estudios brillantes, un trabajo estable, salud, diversión, romance, relaciones ideales, jamás una lucha contra el moho. Pero el bienestar pleno ha resultado ser una quimera y aspirar a él te pudre más que el moho. Hace casi diez años que intento conscientemente asimilar esta enseñanza a través de distintos medios y nunca había sentido un avance tan significativo como el derivado del encuentro con este meme. Quizá era sólo el momento oportuno, que por fin yo estaba lista para el hervor, quizá sea un entusiasmo transitorio que se desplome, quizá sea el poder de lo inesperado, de la sencillez del formato, su falta de pretensiones, su tino tan certero, la gracia de reducir los conflictos a algo tan abarcable como una cosa u otra.
La Lectura // elmundo
A través del humor más simple es posible desbloquear un poco los sentimientos enconados Leer
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