Hay una frase al final de ‘Lumière, la aventura continúa’ que Thierry Frémaux (Tullins, Francia, 1960) pronuncia con una paradójica mezcla de ligereza y gravedad: «La muerte ya nunca será absoluta». Hasta ese momento, las imágenes que ha ido mostrando el director del Festival de cine de Cannes y responsable del Instituto Lumière son una representación del mundo de hace 130 años, de Venecia a Japón y de la infancia a la vejez. Imágenes capturadas con el afán de poner a la vista de los demás lo que sucede , de preservar la vida.. Un siglo y tres décadas después de que los hermanos Louis y Auguste Lumière asombraran a la humanidad con la invención del cinematógrafo, el mundo es muy diferente, gracias en parte a la modificación que trajo consigo su propio invento. Sin embargo, aquellas primeras imágenes en movimiento atrapadas por la cámara siguen generando una fascinación difícil de explicar. Que es lo que intenta Frémaux en ‘Lumière, la aventura continúa’.. La película, presentada en la pasada edición del Festival de San Sebastián y que llega a las salas españolas el próximo viernes, prosigue el camino de divulgación de aquellas primeras películas que inició Frémaux en 2016. El director de Cannes señala que en los 10 años que transcurren de 1895 a 1905, fecha de la última proyección en sala de cine, Louis Lumière y su equipo de camarógrafos repartidos por todo el orbe filmaron dos millares de películas para satisfacer la demanda del público. Muchas estaban inéditas hasta ahora, en que Frémaux las ha reunido tras un proceso de restauración.. «Yo quería hacer una película de Lumière con películas de Lumière», afirma Frémaux . «Y volver llevar el cine de Lumière dentro de la sala de cine y para la gente del cine. Para que viesen Lumière igual que van a ver Spielberg». Otra manera, según el velador de este legado, de «incluir de nuevo a Louis Lumière dentro de la larga historia de esto que él inventó». Porque, asegura «fue un inventor, el último inventor. Y también un director, el primer director». Así, entre los fragmentos de esta compilación hay una panorámica de la Puerta del Sol de Madrid en la que se ve el ingenioso sistema para que los tranvías tirados por caballos empezasen y terminasen su ruta. «Es una película de Lumière, pero también una película española. Es nuestra, y también vuestra. Porque es una memoria común, un patrimonio común», apunta Frémaux. Lo mismo que aquella inaugural salida de los obreros de la fábrica, cuya importancia va más allá del hito inicial: «El primer personaje de la historia del cine es el pueblo», proclama. «El cine, desde el principio y hasta hoy, es una manera de mostrar lo que son los seres humanos. Y Lumière enseguida lo entendió».. Aquellas primeras obras cinematográficas tenían una duración máxima de 50 segundos, lo que recogían los 17 metros de un rollo. Un formato que, curiosamente, hoy vuelve a ser hegemónico. «Dentro de las imágenes que podemos ver en TikTok hay también un montón de cosas bellas», concede Frémaux. «Pero el cine de Lumière representa todo lo que el mundo de hoy detesta: blanco y negro, mudo, con la obligación de esperar, de tener paciencia… Por eso es una manera de limpiar los ojos. Porque hay una polución en el ojo, en la cabeza. Y, de este modo, volvemos a la inocencia. Esa idea de Picasso cuando decía que necesitaba toda su vida para dibujar como un niño. Que es la misma que formula Godard en la película: ‘Tenemos que ir a la ignorancia. Porque si somos ignorantes, vamos a inventar, vamos a crear’». De ahí su sentencia: «La figura más importante y más olvidada del cine es Lumière». Y también su reflexión: «Hemos necesitado 130 años para decir que también está Lumière».. Frémaux explica que su trabajo («mi vida», enfatiza) es mostrar las obras de los otros. «No las mías», apostilla. Es el hilo que conecta su labor al frente de Cannes con su faceta institucional con el organismo lionés que custodia el legado de los hermanos. «Estoy al servicio de Lumière. Es la razón por la que hago esto», explica.. Y con respecto a la no absolutidad de la muerte, deja una reflexión. «El hombre del siglo XX es el hombre que fue al cine», plantea. «El cine inventó algo diferente. Lo hizo por primera vez en la historia de la humanidad. Para bien y para mal. Por eso, desde el principio el cine necesita una ética». Y a continuación pone en un ejemplo: En ‘Lumière, la aventura continúa’ se incluye una filmación de un duelo. «Es una manera de mostrar la muerte a través de la ficción, de la reconstrucción».. Pero hoy en día, lamenta, ese planteamiento es muy distinto. «Claude Lanzmann [director de ‘Shoah’, el monumental documental sobre el genocidio de los judíos por parte de los nazis] decía que realmente no hay imágenes de lo que pasó en los campos de exterminio. Pero ahora se puede ver gente decapitada en internet. ¿Por qué? Porque no hay autor. No hay acto de creación, no hay ninguna responsabilidad. En cine cada imagen es una firma, la firma del autor. En internet no hay ninguna firma y, por tanto, no hay ninguna responsabilidad. Solamente lo peor del mundo. Sin filtro. Sin ética».. De ahí, afirma, la necesidad de volver a aquel momento naciente. «Durante todo el siglo XX, el cine controlaba lo que era su propia identidad», recuerda, para luego abordar la necesidad de ‘alfabetizar’ cinematográficamente: «Es un acto de educación, enseñar el idioma de las imágenes. Mostrar que una imagen más otra imagen tiene un sentido diferente. A veces en Cannes podemos ver películas con intenciones fantásticas, pero con un resultado pésimo. Porque no hay ninguna pregunta sobre el deber, sobre la identidad de la imagen».. El tiempo, sin embargo, ha terminado diluyendo los límites entre lo que se puede y no se puede capturar. «La única cosa segura», concluye Frémaux, «es que este mundo de las imágenes animadas es un mundo que tenemos que respetar. Un mundo importante».
La Lectura // elmundo
Thierry Frémaux, director del Festival de Cannes, rescata inéditos del inventor del cine en ‘Lumière, la aventura continúa’: «Después de él, la muerte ya nunca será absoluta». Leer
Thierry Frémaux, director del Festival de Cannes, rescata inéditos del inventor del cine en ‘Lumière, la aventura continúa’: «Después de él, la muerte ya nunca será absoluta». Leer