Pedro I lideró la independencia de Brasil, que emancipó al gigante sudamericano de su metrópoli portuguesa y que le convirtió a él en el primer (y penúltimo) emperador Brasileño entre 1822 y 1831. Unos días antes de ascender al trono del imperio, conoció a una vizcondesa, Domitila de Castro Canto y Melo. Aunque el monarca estaba casado con María Leopoldina de Austria y Domitila también tenía marido, ambos comenzaron una polémica relación que trascendió los muros del palacio y se convirtió en uno de los temas de conversación entre los habitantes del joven Estado.. El compositor brasileño João Guilherme Ripper (Rio de Janeiro, 1959) decidió convertir la historia en una ópera de cámara, estrenada en su ciudad en el año 2000 y que ahora llega al Teatro Musical de Cámara de la Fundación Juan March y el Teatro de la Zarzuela. En cuatro funciones, entre el sábado y el próximo día 29, Nicola Beller Carbone dirige el apartado escénico del montaje, que cuenta con Borja Mariño a la dirección musical y al piano, más la soprano Ana Quintans como voz del espectáculo.. Bajo la apariencia de un monólogo, Domitila revive su romance frustrado con el emperador al leer las cartas intercambiadas entre ambos, creando así una polifonía de personajes. Según las notas del programa, obra del propio Ripper y de Augusto Techera, director de producción artística del Teatro de la Maestranza de Sevilla, «el yugo que ambos soportan se representa atrapado entre cuerdas, como si fueran un único personaje con distintas apariencias que lucha consigo mismo para encontrar el equilibrio en medio de las ataduras que condicionan su existencia».. Pedro y Domitila tuvieron cuatro hijos, de los cuales solamente dos llegaron a la vida adulta: Isabel María de Alcântara Brasileira (1824-1898)y María Isabel de Alcântara Brasileira (1830-1896). Tras el fallecimiento de María Leopoldina, el emperador sufrió una crisis, por la cual repudió a su amante y renegó de su comportamiento. Así, volvió a contraer nupcias con Amelia de Beauharnais y permaneció fiel a ésta hasta el final de sus días. Se da la circunstancia de que la hermana de Domitila, María Benedicta, fue igualmente amante de Pedro I y tuvo igualmente descendencia bastarda con él.. El montaje, realizado en coproducción con el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo de Bogotá, supone, según la Fundación Juan March, que se tiendan «sólidos puentes con América, y no solo por el argumento de la obra, sino también porque cumplida su primera década, el formato Teatro Musical de Cámara presenta por primera vez una ópera iberoamericana».. Su autor, João Guilherme Ripper, es profesor de la Escuela de Música de la Universidad Federal de Río de Janeiro, institución que dirigió entre 1999 y 2003. También fue director de la Sala Cecilia Meireles en Río de Janeiro, presidente de la Fundación Teatro Municipal de Río de Janeiro y presidente de la Academia Brasileña de Música. En su catálogo destacan nueve óperas presentadas en teatros de América Latina y Europa, con producciones recientes que incluyen el estreno de la versión con orquesta de ‘Domitila’ en el Centro Cultural Belém de Lisboa; ‘Piedade’ en el Teatro Municipal de Río de Janeiro y Teatro Amazonas; ‘Candinho’, en el Teatro Municipal de Río de Janeiro y Teatro São Pedro de Porto Alegre; y ‘Devoção’, en el Palacio de las Artes de Belo Horizonte. «La cultura tiene múltiples definiciones que podrían resumirse en la manera en que nos expresamos y cómo desempeñamos nuestros roles como individuos y comunidades en ese gran escenario llamado ‘el mundo’», plantea Ripper como fundamento de su aproximación al arte. «Por esa razón, la cultura siempre debe estar relacionada con temas como la educación, la diversidad, la economía y la política ambiental». De este modo, «las agendas de igualdad racial y de género han inspirado nuevas obras de teatro, óperas y ballets, además de provocar una reformulación en las estructuras directivas y gerenciales en teatros y otras instituciones culturales». Para el compositor y gestor cultural, responsable igualmente del libreto de Domitila, «las encrucijadas tienen un inmenso potencial para la colaboración académica (¡y artística!) que puede impulsar un análisis más amplio y narrativas más completas».
La Lectura // elmundo
La Fundación Juan March, en colaboración con el Teatro dela Zarzuela, estrena en España ‘Domitila’, del compositor carioca João Guilherme Ripper Leer
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