Ana Penyas (Valencia, 1987) posee una de las voces (y manos) más relevantes del cómic nacional contemporáneo. La valenciana ha compaginado durante su carrera ilustración y tebeos, pero es con estos últimos donde ha logrado conectar con el público a través de dos obras superlativas: Estamos todas bien (Salamandra Graphic, 2017), memoria sentimental de toda una generación de mujeres a través de sus abuelas, merecedora del Premio Nacional de Cómic y que le valió ser galardonada como autora revelación del Cómic Barcelona en 2018; y Todo bajo el sol (Salamandra Graphic, 2021), una crónica de las sombras del desarrollismo levantino por el que obtuvo el reconocimiento a mejor obra otorgado por la Asociación de Críticos y Divulgadores en 2022. Dotada de un especial talento para la composición de la página y el uso expresivo del color, ha cambiado la luz de su anterior trabajo por la oscuridad en En vela (Salamandra Graphic), su nuevo cómic, un panóptico sobre el insomnio crónico, sus causas y sus víctimas. Un tema pertinente: los datos médicos revelan que en España, casi un 10% de la población sufre de este mal y en 2023 nuestro país lideró el consumo mundial de benzodiacepinas.. Le preguntamos por vía telefónica cómo surgió la idea: «No soy insomne crónica, aunque sí que he tenido el sueño frágil y sé cómo es no descansar. A mi alrededor notaba que cada vez más gente me decía que dormía muy mal, que consumía pastillas… Creo que ha tenido que ver que cada vez hablemos con más naturalidad de la salud mental. Se ha abierto la conversación, tenemos menos reparos para hablar de cómo nos encontramos. Tras Todo bajo el sol estaba buscando un tema, y después de leer el ensayo colectivo El año que tampoco hicimos la revolución, que aborda la pérdida de poder adquisitivo en la sociedad contemporánea, pensé que ambas cosas podrían estar relacionadas».. La valenciana se documentó a fondo para preparar el cómic: «Hice una convocatoria por redes y me contestó bastante gente contándome su experiencia. Recojo testimonios de veintitantas personas, aunque los personajes son ficcionados, he integrado sus historias en ellos. Hablé con profesionales, y con una responsable de la Unidad de Sueño del Virgen de la Macarena de Sevilla. Allí derivan a muy poca gente, y hay mucha casuística. Por ejemplo, una chica no podía dormir debido a que alternaba dos trabajos y tenía una niña pequeña, no tenía tiempo para hacerlo. Y el insomnio también puede deberse a una respuesta física del cuerpo». El esfuerzo de Penyas en ofrecer una visión lo más amplia posible se percibe con claridad en el libro: «Hay que salir de nuestro centro, cada vez estamos más atomizados. Me interesaba reflejar la vida de gente diferente, de todo tipo. No quiero dar respuestas, sólo reflejar la realidad. Tengo la suerte de conocer a responsables de albergues para gente sin hogar, y me contaron las dificultades que tienen para dormir aquellas y aquellos que están en situación de calle».. El crisol de voces se concreta también gráficamente en una narración que utiliza el collage y mezcla caricatura con elementos tomados de la realidad cotidiana: «El cómic social de verdad tiene que tener ese elemento de denuncia, de enseñar la realidad. Tiene ese poder, te ayuda a reconocerte en los demás. De hecho, podemos saber qué piensa un personaje, podemos meternos en sus cabezas». Y en sus pesadillas: «Sí, hay insomnes que cuando consiguen conciliar el sueño tienen pesadillas, que no son sino otra forma de darle coherencia a nuestras preocupaciones, a través de imágenes. Lo utilicé como recurso gráfico».. Otra pirueta formal es la inclusión de páginas que remiten al descanso como proceso histórico, del sueño en comunidad de la prehistoria hasta nuestros días: «Quería que fueran sugerentes, sin explicitar demasiado». La ambientación del libro es densa y oscura, y la luz sólo aparece de manera artificial, procedente de las pantallas: «Es una epidemia y afecta directamente a la falta de sueño. He reflexionado mucho sobre las infancias, cómo los expertos ajustan sus diagnósticos y cada vez retrasan más la edad adecuada para el acceso a los móviles. Y en cuanto a los adultos, es una adicción, pero como vemos que todo el mundo es adicto, le restamos importancia». Además, Penyas alerta sobre el peligro de los mensajes que escupen las redes: «Me hice una cuenta de TikTok para investigar y me aparecían continuamente discursos terribles, machistas, neoliberales… Se celebra la autosuficiencia mal entendida, la productividad por encima de cualquier otro valor, el egoísmo, y todo eso mientras nos restamos horas de descanso».. Las mujeres se ven afectadas por el insomnio en un porcentaje mayor que el de los hombres. Penyas señala un culpable: «Además de la sobrecarga mental, muchas mujeres coinciden en que tienen dificultad para dormir solas, porque han sufrido violencias durante su vida en mayor o menor grado, el miedo sigue ahí».. En su proceso de creación, Penyas no ha estado sola: «Mi compañero y mis amigas me han acompañado, han sido mis muletas. Es un tema contemporáneo y podía contrastar mis ideas con las suyas». La dibujante, actualmente embarazada, quiere tener esperanza en el porvenir: «Nadie puede negar que estamos viviendo una época terrible. Pero también creo en el activismo a pequeña escala, en que podemos mejorar nuestro día a día. Pensar eso me ayuda a afrontar el futuro».
La Lectura // elmundo
La Premio Nacional de Cómic aborda en su nueva obra, ‘En vela’, las causas y consecuencias del insomnio crónico en una sociedad incapaz de conciliar el sueño Leer
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